11 de enero del 19
11/01/2019 § Deja un comentario
Este año plagado de aniversarios en el mundo del cómic —Batman, que llega a octogenario; Astérix, un jovenzuelo de 60 años o nuestro Guerrero del Antifaz, que cumple 75— comienza con la conmemoración del nacimiento de dos personajes que comparten edad y estatus de iconos de la cultura popular: los archifamosos Tintín y Popeye. Ambos nacieron hace nueve décadas, en 1929, el año del crac, que quedó asociado en la historia al inicio de la Gran Depresión y que, sin embargo, arrancó con estos dos hitos fundacionales del noveno arte como supremo arte de la gran evasión.

La creación de Hergé comenzó a publicarse en las páginas de Le Petit Vingtième el 10 de enero de 1929. El joven y pizpireto reportero de flequillo indomable, irrenunciables bombachos y fiel fox terrier Milú iniciaba sus aventuras con El país de los Soviets, una visión ingenua de la Unión Soviética, muy influenciada por el anticomunismo del abate Wallez, director de la publicación y declarado admirador de Mussolini. Un pecado de juventud como el autor remarcó muchas veces, pero que tuvo un éxito brutal pese al todavía tosco estilo del joven dibujante, muy influenciado por el elegante trazo de fina línea de dibujantes como George McManus o Alain Saint-Ogan.
Tintín nacía como evolución natural del anterior personaje de Hergé, el boy scout Totor, pero empapado por la actualidad al seguir modelos de intrépidos reporteros como Robert Sexé, que acababa de dar la vuelta al mundo en moto, o del joven danés Palle Huld, un quinceañero pelirrojo de pantalones bombachos que había emulado a Phileas Fogg, pero reduciendo el trayecto a solo 44 días.
Tintín se convirtió pronto en un icono de la cultura francobelga, instaurando todo un estilo gráfico y narrativo. Aunque la mayoría de los álbumes fueron publicados antes de los años cincuenta (el último, inacabado, se editó en 1986), la creación de Hergé trascendió por completo el cómic, adaptándose al cine (con una de las películas rodada en parte en la Comunidad Valenciana, Tintín y el misterio de las naranjas azules), a dibujos animados y creando toda una cultura del merchandising a su alrededor, tan referencial y reconocible como lucrativa.
Pese a las muchas polémicas que siempre envolvieron al personaje y a su creador, en muchos casos con acusaciones que olvidaban el contexto histórico de su producción, Tintín se erigió en referente absoluto de todo un estilo de hacer cómics e ilustración, que el dibujante Joost Swarte bautizó como línea clara.
Aunque Hergé comentó en muchas entrevistas que no quería que su creación sobreviviera a su creador (como ha ocurrido con la mayoría de los clásicos del cómic francobelga, de Spirou a Astérix), se elucubra con que antes de 2052, año en que el personaje pasaría al dominio público, la controvertida compañía Moulinsart, gestora de los derechos de Hergé, no dudará en relanzar al joven reportero, para alegría de muchos y horror de otros. Lo que no cabe duda es que, 90 años después, Tintín mantiene su magia, y su dinámica narrativa visual sigue siendo ejemplo para nuevos autores.
Apenas una semana después, el 17 de enero de 1929, las viñetas de la tira diaria Thimble Theatre, de E. C. Segar (iniciada 10 años antes y protagonizada por los hermanos Castor y Olive Oyl, conocida en España como Rosario), presentaban un particular y estrambótico personaje: un marino tuerto, de eterna pipa y musculosos antebrazos que, ante la pregunta del protagonista sobre si era marino, respondía con sorna: “Ja think I’m a cowboy?” (¿Crees que soy un vaquero?)
El personaje tuvo tanta aceptación que pronto la serie pasó a llamarse Thimble Theatre Starring Popeye, adueñándose de las aventuras de la tira y dando casi de inmediato el salto a los dibujos animados, de la mano de uno de los grandes genios de la animación, Max Fleischer, que lo incluyó como personaje de los episodios de Betty Boop. De nuevo, el marino monopolizó las aventuras y se convirtió en una estrella que reclamaba su serie propia, Popeye the Sailor, que se prolongó durante más de 200 episodios.
Entre las características más famosas de Popeye están su increíble fuerza y su invulnerabilidad, por las que muchos teóricos lo consideran como uno de los fundadores del género de superhéroes. Curiosamente, en sus inicios, los poderes del marinero tuerto tenían un origen bien distinto: nacían de haber frotado la cabeza de la gallina mágica Bernice. Pero el gobierno estadounidense aprovechó el éxito del personaje para promover el consumo de espinacas durante la Gran Depresión, a las que erróneamente se les había asignado un increíble contenido en hierro, introduciendo la ingesta de estas verduras como la razón de la increíble fuerza de Popeye.
La campaña fue un éxito sin precedentes y la figura de Popeye abriendo su lata de espinacas se convirtió en un icono de la cultura americana, que llegó a tener incluso su propio serial radiofónico, lo que le certifica como uno de los primeros fenómenos transmedia.
Segar firmó aventuras maravillosas del personaje, casi delirantes, pero siempre con un poso de denuncia y crítica social que se insinuaba gracias al sentido común y algo de cinismo del famoso marino.
La serie fue tan conocida que muchos de sus personajes forman parte de la cultura comercial americana: el glotón Wimpy dio nombre a una de las cadenas de hamburgueserías más importantes del país; mientras que el fantástico Eugene el Jeep, una mascota de increíbles poderes, inspiró el nombre de los famosos todoterrenos militares.
El mes de enero de 1929 fue pródigo para el cómic de EE UU: a la serie de Segar hay que añadir el inicio de las adaptaciones al tebeo de series de la literatura popular tan famosas como Buck Rogers o Tarzán, que aportaron nuevos géneros al cómic que luego se reconvirtieron en necesarios espacios de evasión y exotismo escapista durante la depresión.
Tintín y Popeye lograron traspasar las viñetas para alzarse en parte fundamental de la imaginería del siglo XX, iconos reconocibles de una cultura popular construida alrededor del noveno arte.
Fuente: Tintín y Popeye: 1929
08 de junio del 18
08/06/2018 § Deja un comentario
Si hace una semana hablábamos de Superman, no podemos hoy evitar hablar del que quizás fue el primer superhéroe. The Phantom en su original, El Fantasma o El Hombre Enmascarado. Fue creada por el guionista Lee Falk, con la colaboración de Ray Moore como dibujante. Comenzó a publicarse como tira cómica diaria el 17 de febrero de 1936 y, a partir del 28 de mayo de 1939, también como suplemento dominical en color.
Un mercante inglés es atacado en aguas del Pacífico por piratas Singh. El único superviviente, hijo del capitán del navío sir Cristopher Standish, alcanza a nado la costa, donde jura sobre la calavera del asesino de su padre que él y sus descendientes combatirán la piratería, la maldad y la injusticia donde quiera que se hallen y que su hijo y demás descendientes continuarán su juramento.
Estos actúan enmascarados y con un traje característico, y cuando un Fantasma muere, su hijo hereda el traje y la máscara, perpetuando así la idea de que es el mismo hombre a través de los siglos y creando la leyenda, entre piratas y nativos, de un único Fantasma vengador que nunca muere.
Amplia información en: The Phantom
01 de junio del 18
01/06/2018 § Deja un comentario
Tal día como hoy hace ya la friolera de 80 años, el 1 de junio de 1938, Action Comics publicaba el primer ejemplar de Superman. La historia original de Superman relata que nació con el nombre de Kal-El en el planeta Krypton; su padre, el científico Jor-El, y su madre Lara Lor-Van, lo enviaron en una nave espacial con destino a la Tierra cuando era un niño, momentos antes de la destrucción de su planeta.
Fue descubierto y adoptado por Jonathan Kent y Martha Kent, una pareja de granjeros de Smallville, Kansas, que lo criaron con el nombre de Clark Kent y le inculcaron un estricto código moral. El joven Kent comenzó a mostrar habilidades superhumanas, las mismas que al llegar a su madurez decidiría usar para el beneficio de la humanidad.
Los 10 centavos originales que alguien pagó en 1938 para llevarse a casa este primer cómic de un ser hasta entonces desconocido, con capa roja, mallas azules y superpoderes llamado Superman, se han incrementado hasta alcanzar el valor de un millón de dólares, o 740.000 euros. Así, se convertía en el cómic más caro de la historia.
Documentación: Superman.
23 de marzo del 18
23/03/2018 § Deja un comentario
Cuando han oído o leído que el cine es el Séptimo Arte, quizás se han preguntado cuáles son los previos y cómo y porqué se numeran. La clasificación se realizó durante el período helenístico, en la cual se fijó como arte más importante la poesía. De ella, se argumentaba, provenían todas las demás artes existentes.
La clasificación de las artes propia de la ideología feudal en la Alta Edad Media las dividió entre artes liberales, que liberaban del trabajo manual aceptables para los estamentos privilegiados y artes mecánicas, que implicaban trabajo manual y por tanto eran incompatibles con ese estatus. Las artes liberales se numeraron como siete identificadas con el sistema educativo carolingio: trivium es decir, gramática, retórica y dialéctica y quadrivium o aritmética, geometría, astronomía y música. También fueron numeradas como siete las mecánicas.
A partir del Renacimiento, la puesta en valor de la figura del artista y su actividad, identificadas con las del humanista, determinó la creación de nuevos conceptos: el de Artes mayores y del de bellas artes. La superposición de ambos da una numeración de seis artes, número que coincide con el de la clasificación china de las artes: pintura, escultura, arquitectura, música, danza y poesía o literatura. A partir de 1911 se denominó al cine como el séptimo arte para añadirlo a la lista que quedaría como sigue:
1º La arquitectura
2º La escultura
3º La pintura
4º La música
5º La poesía/literatura
6º La danza
7º El cine
Con el tiempo han aparecido otras voces que reclaman la inclusión en esta lista de nuevas formas de expresión. Las denominaciones octavo arte, noveno arte, etcétera. Se utilizan de forma menos unívoca, para identificar como artes y por tanto prestigiarlos, poniéndolos al mayor nivel posible entre todas las manifestaciones artísticas y culturales, al cómic, la fotografía, el diseño gráfico, la televisión, la publicidad, los videojuegos y otras actividades.
Según las últimas tendencias la clasificación queda más o menos como sigue:
01º La arquitectura
02º La escultura
03º La pintura
04º La música
05º La danza
06º La poesía/literatura
07º El cine
08º La fotografia
09º El comic
10º EL videojuego
Documentación: Numeración de las artes
10 de marzo del 18
10/03/2018 § Deja un comentario
Una peli de larvas y aliens para los más sosos de nuestros lectores. Confiamos que tanto a aquéllos como a éstos, les motive un poco.
12 de agosto del 17
12/08/2017 § Deja un comentario
Como están de vacaciones les suponemos con tiempo. Por ello, les ponemos una película que dura más de una hora. A ver quien es el valiente que se queja.
13 de julio del 16
13/07/2016 § Deja un comentario
Guillermo Mordillo Menéndez, más conocido como Mordillo, nació el 4 de agosto de 1932, en Villa Pueyrredón, Buenos Aires, Argentina. Hijo de padres españoles, tuvo un precoz interés por el dibujo. En 1948 obtuvo el certificado de Ilustrador en la Escuela de Periodismo. Dos años después forma parte del equipo de animación del estudio Burone Bruché, al mismo tiempo que realiza ilustraciones para historias infantiles editadas por Codex.
El 7 de noviembre de 1955 va a Lima, Perú, en dónde trabaja como diseñador freelance para la compañía de publicidad Mc Cann Erikson. En 1958 ilustra fábulas de Esopo y de Samaniego para la Editorial Iberia de Lima.
Tras haber realizado ilustraciones para tarjetas de felicitación para Hallmark Cards con sede en Kansas City, se desplaza a los Estados Unidos en 1960, trabajando en los estudios Paramount Pictures de Nueva York. Forma parte de la realización de las películas de dos personajes de trascendencia mundial: Popeye y La pequeña Lulú y crea dos personajes para el cortometraje Trick.
Posteriormente se traslada a Europa, trabaja en Francia para medios de todo el mundo y en 1980 se va a vivir a Mallorca para volver en 1998 a Francia.
Más información e imágenes en: Mordillo
Documentación: Guillermo Mordillo
21 de junio del 16
21/06/2016 § Deja un comentario
Hoy empieza el verano, o si lo prefieren, termina la primavera. De alguna forma termina el año, ya que muchos contamos en años académicos. Y además es luna llena. Conjunción de fechas y eventos que producen alegría y felicidad. Celebrémoslo, olvidémosnos de todo y relajémosnos.
160621.01.pdf [2.5MB]
La propuesta es colorear libros ya que esta idea de concentrarse a colorear es en la que se fundamentan tantas artes zen, como el origami, la ikebana o la caligrafía japonesa: conseguir parar un momento, hacer un paréntesis y dirigir toda nuestra concentración solo y exclusivamente a aquello que estamos haciendo. En este caso y aquí, colorear una página de Tintín en el Congo.
Les dejamos el jpg y el pdf de la página en blanco y negro. Les aconsejamos que se bajen el pdf y lo impriman. O mejor, se bajen el pdf original en B&N, lo guarden como jpg y lo coloreen en el ordenador con cualquier programa de pintura que tengan. Les dejamos la versión en color (de otra edición) para que tengan muestra y trabajen relajados.
Disfruten
11 de mayo del 16
11/05/2016 § Deja un comentario
A veces, en el blog nos sentimos como el abuelo Cebolleta, contándoles batallitas, una tras otra, un día sí y al otro también.
El abuelo Cebolleta, que con su enorme barba blanca y su interminable verborrea se convertiría en un personaje muy recordado, icono de una actitud. Obsesionado con contar batallitas, ha pasado al imaginario colectivo y a la lengua común a través de la frase hecha Cuentas más batallitas que el abuelo Cebolleta.
Documentación: La familia Cebolleta
22 de abril del 16
22/04/2016 § Deja un comentario
Volvemos a los pastiches que diferentes artistas del mundo hacen de las Las aventuras de Tintín. Hoy hemos seleccionado 14 ilustraciones de Érick Mogis, más conocido como Gordon Zola.
Son muchos los artistas que han hecho ilustraciones inspirándose en la cubierta de las aventuras de Tintín en el Congo, que resuelven en variaciones con humor.
Los pastiches preferidos de los que integramos el equipo que hace este blog, son aquellas variaciones de una de las cubiertas clásicas, con un juego de imágen o de palabras que permita el humor o la crítica.
Algunos artistas utilizan tan solo imágenes de Hergé en nuevas composiciones mientras que otros las crean nuevas con elementos que crean ellos mismos.
Otros se toman total libertad y desarrollan la ilustración dejándose llevar por la imaginación creando cubiertas de las que solo la esencia las identifica con la original.
Gordon Zola acostumbra a cambiar el nombre de Tintín y Milú por el de Sant-Tin y Ami LOU, que suenan casi igual.
Lo importante es mantener la plástica original y desarrollar una ilustración nueva para goce y disfrute de admiradores y aficionados.
Es curioso como varios artistas han caído en la tentación de jugar con las palabras de la aventura El Loto Azul para crear una cubierta automovilística.
En algunos casos, hay que ser un verdadero tintinólogo para comprender la intención de ciertos pastiches.
Algunos de los pastiches de Gordon Zola son verdaderas creaciones, imágenes que si bien parten de una cubierta conocida, llegan a extremos
Lamentamos la calidad de algunas de las imágenes, pero nos ha sido imposible encontrarlas con mayor definición y peso.
Confiamos que a pesar de estas inconveniencias, sepan disfrutar las obras de este artista.
En el futuro les ofreceremos pastiches de Tintín realizados por otros artistas siempre y cuando sigan valorándolas.
Pueden encontrar los pastiches publicados hasta ahora en:
22 de diciembre de 2015: Yves Rodier.
15 de enero del 16: Muzski.
24 de febrero del 16: Bispro.
11 de marzo del 16: Gafotas.
18 de marzo del 16: San Sebastián.
25 de marzo del 16: Anónimos.