18 de diciembre del 19
18/12/2019 § Deja un comentario
El crecimiento desorbitante de la población junto con el consumo excesivo per cápita, sumado al imparable cambio climático, harán que la supervivencia en el planeta Tierra solo sea posible para unos pocos privilegiados. Estas son las tesis de Paul Ehrlich, prestigioso profesor de Biología de la Universidad de Stanford y autor del célebre libro The Population Bomb.
La población óptima para el mundo es de menos de 2.000 millones de personas, argumenta. La actual es de 7.350 millones, por lo que tendría que haber una reducción de 5.600 para que el planeta sea sostenible. Hay una creciente intoxicación de todo el planeta por productos químicos sintéticos que pueden ser más peligrosos para las personas y la vida silvestre que el propio cambio climático. Las soluciones son difíciles, reconoce. La más urgente de todas, reducir la población. Para empezar, hagamos que la anticoncepción moderna tenga un gran respaldo y estén disponibles para todos, además de conseguir que las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades que los hombres.
Ehrlich cree que facilitar y normalizar el acceso de la mujer a las medidas anticonceptivas y la equiparación de derechos entre géneros puede conducir a una tasa de fecundidad lo suficientemente baja para que la necesaria reducción de la población continúe. Sin embargo, costará mucho tiempo reducirla a un nivel adecuado, admite. El grueso poblacional ideal para el biólogo sería como mucho de dos mil millones de personas en el mundo.
Al igual que con la demografía mundial, Ehrlich también está preocupado por la contaminación química, que ya ha llegado a los rincones más remotos de la Tierra. Los productos tóxicos reducen la inteligencia de los niños, es evidente. Y los miembros de esa primera generación fuertemente influida por ellos ya son adultos, añade.
Deja una respuesta