27 de diciembre del 16
27/12/2016 § Deja un comentario
Deprimido tras acabarse la relación que mantenía con su novia de toda la vida, Rezső Seress compuso Glommy Sunday en un domingo sombrío de 1933. László Jávor, amigo y compatriota húngaro, le puso letra.
Se comenzó a comercializar con un efecto funesto a través de la radio en los años 30. La canción estaba en el centro de un torbellino devastador de suicidios y muertes. Se encontraron pianistas con la partitura en la mano, ciudadanos anónimos con el disco sonando en el tocadiscos, otros citando alguna parte del texto de la canción en su última carta, suicidas todos, muertos enlazados por una canción maldita. Incluso la novia del compositor, la que inspiró la canción, corrió la misma suerte. El texto fue traducido al inglés y produjo las mismas fatales consecuencias. La canción fue retirada de las ondas.
Esta es la leyenda negra de una canción. Nos queda una melodía intensa con interpretaciones tan diversas como inspiradas. Y ojito con lo que hacen.
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